jueves, 30 de abril de 2015

Un chisguete de leche

ELENA - Enlazando con el pertinente análisis que ha hecho mi compañera Marina en relación con Tita y los espacios en los que esta se desenvuelve, me gustaría destacar otro aspecto que se le atribuye a este personaje que creo que es bastante relevante: el tema de la maternidad.

“Si hay algo en la vida que Tita no resistía era que una persona hambrienta le pidiera comida y que ella no pudiera dársela. Le provocaba mucha angustia”.

Como vemos, es bastante notable la presión que siente Tita debido a esas “costumbres maternales”, que la llevan a que dé de mamar a su sobrino sin esta ni siquiera haber dado a luz, y a hacer que incluso de su pecho brote leche. Un acto "mágico" que nos podría recordar al mismo hecho de que la Virgen María quedará embarazada por obra de Cristo. Un acto que hace que se desempeñe otro de los roles y valores atribuidos a la mujer: "el innato instinto maternal que poseen todas las mujeres".

Asimismo, este hecho ayuda a resaltar el contexto patriarcal que se refleja constantemente en el texto y en el que se encuentra sumida la protagonista, en el cual se reafirman y se reconstruyen muchas de las características y roles que el discurso patriarcal le ha atribuido a la mujer a lo largo de la historia; como puede ser la maternidad, las labores o quehaceres domésticos, la cocina, o el rechazo y el castigo que se ejercía sobre ella por el simple hecho de ser mujer.

MARINA- Bueno pienso exactamente igual que mi compañera salvo por un pequeño detalle, no creo que el hecho de que a Tita le brote leche sea realismo mágico, opino que es algo natural, en parte alimentado por su obsesión de casarse, tener hijos y entrar dentro de la "norma". 

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