domingo, 3 de mayo de 2015

Subversión de roles de algunos de los personajes

ELENA - Me parece interesante destacar ciertos aspectos relacionados con la representación de algunos de los personajes femeninos y masculinos en la novela. Ya que, a pesar del contexto sumamente patriarcal y sexista que se da en la obra, podemos apreciar como la autora ha invertido el esquema binario para otorgarle más poder a los personajes femeninos. 

Independientemente de que las mujeres son las protagonistas de la historia, estas han sido caracterizadas por salirse de los roles que la sociedad de esa época les había asignado. Dejando a un lado, el personaje de Mamá Elena, comentado anteriormente por mi compañera Marina, esto también lo vemos claramente reflejado, por ejemplo, en el personaje de Gertrudis; la cual por un lado, se escapa con Juan Alejandrez, capitán de los revolucionarios, dejando atrás la opresión que vivía en casa de Mamá Elena, y por otro, vemos como llega a ejercer un cargo exclusivamente masculino: el de general. De igual manera deja atrás la monogamia, puesto que termina casada con el general Treviño.

Aun así, es curioso que para reflejar el poder en la mujer se la represente con elementos puramente atribuidos a lo masculino. De igual manera que sucede en el caso contrario con los personajes hombres, a los cuales se les ha dotado de un fuerte sentimentalismo para expresar su debilidad y sumisión a los deseos de las mujeres, como es el caso del Pedro y el doctor Brown. 

Por lo que estas caracterizaciones nos llevan a pensar que el sexismo, aunque a veces aparezca subvertido, está siempre implícito en la novela. 

jueves, 30 de abril de 2015

Un chisguete de leche

ELENA - Enlazando con el pertinente análisis que ha hecho mi compañera Marina en relación con Tita y los espacios en los que esta se desenvuelve, me gustaría destacar otro aspecto que se le atribuye a este personaje que creo que es bastante relevante: el tema de la maternidad.

“Si hay algo en la vida que Tita no resistía era que una persona hambrienta le pidiera comida y que ella no pudiera dársela. Le provocaba mucha angustia”.

Como vemos, es bastante notable la presión que siente Tita debido a esas “costumbres maternales”, que la llevan a que dé de mamar a su sobrino sin esta ni siquiera haber dado a luz, y a hacer que incluso de su pecho brote leche. Un acto "mágico" que nos podría recordar al mismo hecho de que la Virgen María quedará embarazada por obra de Cristo. Un acto que hace que se desempeñe otro de los roles y valores atribuidos a la mujer: "el innato instinto maternal que poseen todas las mujeres".

Asimismo, este hecho ayuda a resaltar el contexto patriarcal que se refleja constantemente en el texto y en el que se encuentra sumida la protagonista, en el cual se reafirman y se reconstruyen muchas de las características y roles que el discurso patriarcal le ha atribuido a la mujer a lo largo de la historia; como puede ser la maternidad, las labores o quehaceres domésticos, la cocina, o el rechazo y el castigo que se ejercía sobre ella por el simple hecho de ser mujer.

MARINA- Bueno pienso exactamente igual que mi compañera salvo por un pequeño detalle, no creo que el hecho de que a Tita le brote leche sea realismo mágico, opino que es algo natural, en parte alimentado por su obsesión de casarse, tener hijos y entrar dentro de la "norma". 

lunes, 27 de abril de 2015

Personajes

MARINA- Uno de los personajes principales dentro de la obra Como agua para chocolate, es Mama Elena, madre de la protagonista. Es interesante destacar a este personaje porque es uno de los estereotipos femeninos que encontramos en muchas obras, un personaje femenino que asume el discurso machista.

Mama Elena tiene autoridad sobre el resto de personajes para implantar este discurso y que se lleve acabo su voluntad, esto puede recordarnos al personaje de Bernarda Alba. Este rol es asumido más tarde, tras su muerte, por una de sus hijas, Rosaura, aunque este personaje carece de la autoridad suficiente para detener a Tita. Cuando su hermana asume el papel de su madre y su discurso, sufre terribles cambios físicos, que afectan a su vida y su animo. Esa transformación podría deberse a que se esta pudriendo por dentro al asumir el discurso machista.

La madre de Tita podría llegar a parecernos un personaje plano, aunque Laura Esquivel le crea una historia de amor que al igual que la de su hija se salía de los cánones establecidos, desde ese momento el odio que su hija tenía hacía su madre se transforma en lastima, pues llega a la conclusión de que su madre también a vivido el desamor, aunque no llega a comprender como es capaz de hacerle tanto daño a su propia hija. 

Tita conoce esta historia a través de las cartas que se envían los enamorados, y serán estas mismas cartas las que use para salvar la honra de su hermana Gertrudis, muy avanzada ya la historia.

Además de lo que ha destacado mi compañera, doy otro punto de vista. La figura de madre que asume el patriarcado, conlleva al distanciamiento de las hijas, distanciamiento de sentimientos, caracterizándose por la frialdad con la que se desarrollan las relaciones. Esto como bien a dicho Marina, me lleva en un primer momento a pensar en Bernada Alba, y la frialdad que muestra tras ver a su hija menor muerta, con un control de sentimientos extremo. También es apreciable en la Tragicomedia de Calisto y Melibea, Alisa, madre de Melibea, no siente la muerte de su hija,en este caso este sentimiento se apodera de la figura masculina,el padre Pleberio 

miércoles, 8 de abril de 2015

Una habitación propia

MARINA-  Es interesante los espacios que nos encontramos dentro de la obra porque configuran al personaje y ayuda en la creación del trasfondo del mismo. El personaje de Tita carece de intimidad salvo en la cocina, por ello prácticamente la totalidad de la obra se sitúa en este lugar. En la cocina ella puede hacer todo lo que desee, es dueña de sus actos y tiene poder sobre las cosas que suceden en esa habitación, pero aun así debemos darnos cuenta de lo que significa que este confinada en este espacio.

 No hablamos de una biblioteca o un salón, sino de una cocina, donde la mujer se ha visto relegada. Hacer la comida era una de las tareas que se entendían como un deber domestico de las mujeres y aunque para Tita es la salvación de la mirada censuradora de  Mamá Elena, no deja de ser un espacio misógino. Aunque hay muchas más localizaciones en la obra. Es interesante como incluso cuando ella tiene la posibilidad de hablar en el laboratorio, toma la decisión de mantener el silencio, pero en ese momento es una decisión propia.

Otro lugar que me llama la atención dentro de la obra es el palomar, donde se refugia Tita cuando termina por perder la cabeza y digo terminar, porque pienso que el personaje de Tita nunca estuvo demasiado cuerdo y que el realismo mágico, no son nada más que los desvaríos de la pobre Tita, que intenta buscarle sentido a cosas que no llega a comprender dando rienda suelta a su imaginación, bajo una presión continua y una escasa educación, pero volvamos al palomar y la loca que esta dentro.

 Quizás el mejor lugar que vaticina como sera el futuro de Tita, pues las palomas, como aves que son desean la libertad, va contra natura su encierro, pero tras paladear la libertad regresan al palomar, que no deja de ser una jaula, al igual que Tita volverá a su casa, que no deja de ser una cárcel y como las palomas por propia voluntad. Este es el hecho que menos comprendo de la obra, el de una persona maltratada que regresa de nuevo a las manos de quien la maltrata, su propia madre ¿Un acto de amor o un sinsentido? Tita lo único que demuestra al regresar a casa es no tener la suficientes fuerzas para salir de esa situación.

lunes, 2 de marzo de 2015

Dos portadas muy distintas

JAIME.- Me parecen muy significativas las diferencias que se traslucen de estas dos portadas. ¿Qué opináis?



ELENA.- Mi apreciación es que ambas portadas ofrecen una visión muy diferente de lo que puede ser la novela. La primera podría aludir a algún tipo de recetario y la segunda a un libro con un alto contenido erótico.

MARINA.- La primera portada que nos encontramos nos puede recordar a los trabajos de Diego Rivera, este estilo artístico nos lleva a la época de la revolución Mexicana, que es el momento en el que este estilo se fragua.  Es interesante el uso de esta ilustración pues en la novela de Laura Esquivel, México se encuentra en ese momento revolucionario, la caída de la dictadura de Porfirio Diaz en 1910.

La figuras que vemos de una niña y una mujer joven trabajando en la cocina puede corresponder a la de Nacha y Tita o Tita y  Esperanza. Seguramente se juegue con este guiño generacional que tan presente está en la obra.

La segunda portada aunque me parece menos acertada que la anterior podemos remitirla a la escena en la que Tita decide usar los pétalos de rosas para un platillo, con increíbles consecuencias, como casi siempre sucede en su cocina. No por esto deja de parecerme la segunda imagen más comercial, típica portada que podríamos encontrar en cualquier libro de temática romántica.

CELIA.- La primera portada, nos puede dar una pista de donde va a comenzar el relato, es decir, mostrándonos los ingredientes de cada capítulo. Las mujeres que aparecen las relaciono con Nacha y Tita, incluso si no fuera a que aparecen dos mujeres, podríamos relacionar la imagen con una escena concreta del libro, cuando Tita se encuentra amasando de rodillas y se hace una descripción detallada de como recorren las gotas de sudor su cuerpo y de como se balancean sus pechos, cuando se encuentra con la mirada fija de Pedro.

La segunda portada,la he relacionado de inmediato con Gertrudis, la hermana de Tita, y con la escena que protagoniza, junto al comandante revolucionario Juan. Nos muestra una imagen mucho mas sensual, de la mujer, que no reprime el amor y la pasión que siente, por lo que aparece con los pétalos de rosa en las manos, esta flor representa muy bien dos pasiones o amores diferentes, el reprimido de Tita por Pedro y el amor desenfrenado que su hermana Gertrudis siente por el capitán de los rebeldes.


“Todos nacemos con una caja de fósforos adentro, pero que no podemos encenderlos solos, necesitamos la ayuda del oxígeno y una vela. En este caso el oxígeno, por ejemplo, vendría del aliento de la persona que amamos; la vela podría ser cualquier tipo de comida, música, caricia, palabra o sonido que engendre la explosión que encenderá uno de los fósforos. Por un momento, nos deslumbra una emoción intensa. Una tibieza placentera crece dentro de nosotros, desvaneciéndose a medida que pasa el tiempo, hasta que llega una nueva explosión a revivirla. Cada persona tiene que descubrir qué disparará esas explosiones para poder vivir, puesto que la combustión que ocurre cuando uno de los fósforos se enciende es lo que nutre al alma. Ese fuego, en resumen, es su alimento. Si uno no averigua a tiempo qué cosa inicia esas explosiones, la caja de fósforos se humedece y ni uno solo de los fósforos se encenderá nunca.”